Perdonar 70 veces 7: ¿Cuántas veces debo perdonar?


Todos quieren ser perdonados, pero... ¿cuántos quieren perdonar? Ese es el gran desafío que Jesús nos lanzó: aprender a perdonar. Sin contar las veces.

Pedro se acercó a Jesús y preguntó:  —Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces?  22 —No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete —contestó Jesús—. (Mateo 18:21-22)

Pedro se acercó a Jesús y preguntó: —Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces? 22 —No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete —contestó Jesús—.
(Mateo 18:21-22)

A ver.... 70 veces 7 son ¡490! ¿Te imaginas tratando de recordar todas las veces que has perdonado a una persona? Probablemente, perderías la cuenta antes de llegar a 30, así que imagina cómo sería contar hasta 490. Jesús dijo eso para mostrarnos que debemos perdonar siempre.

El perdón de Dios: la base de nuestro perdón

Es difícil perdonar. ¿Cómo podemos superar el dolor y ofrecer el perdón aun cuando la otra persona no lo merece? Jesús también nos da la respuesta.

Después de decir que debemos perdonar 70 veces 7, Jesús contó una parábola sobre un hombre que le debía mucho dinero a su patrón. Él le debía tanto que nunca iba a poder pagar, aunque tuviera varias vidas. El hombre imploró por misericordia y su patrón le perdonó la deuda.

Más tarde, el siervo perdonado encontró a otro hombre que le debía un poco de dinero. Él le exigió el dinero y no tuvo compasión cuando el otro hombre le imploró misericordia. Le echó en prisión hasta que pagara la deuda. El patrón oyó lo que él había hecho y se enojó porque su siervo no había aprendido nada al ser perdonado. Por eso entregó al siervo para que fuera torturado hasta pagar su deuda.

«Así también mi Padre celestial los tratará a ustedes, a menos que cada uno perdone de corazón a su hermano.»
(Mateo 18:35)

Siempre que cometemos un pecado, pecamos contra Dios. Somos como el siervo que tenía una deuda imposible de pagar. Mas cuando recibimos a Jesús como nuestro salvador Dios perdona todos nuestros pecados. Él nos perdona porque nos ama. Basta con creer.

Si nuestros pecados fueron todos perdonados, ¿cómo podemos negarnos a perdonar a quien peca contra nosotros? Si no perdonamos, mostramos que todavía no entendemos el perdón de Dios. ¿Será que podemos llamarnos cristianos si nos negamos a perdonar?

Perdonar no es fácil. El dolor y otros malos sentimientos no desaparecen de un día para otro. Necesitamos la ayuda de Jesús. Todo comienza cuando estamos dispuestos a perdonar. Y el perdón de Dios es nuestra gran motivación para perdonar.

El primer paso para perdonar es recordar todo lo que Dios nos perdonó.

Importante: perdonar no significa continuar en una situación abusiva o peligrosa. Significa soltar el resentimiento y el deseo de hacer pagar. Tienes todo el derecho de protegerte y evitar situaciones malas. En caso de un acto criminal tienes también todo el derecho de buscar el apoyo de la policía y la justicia.

Mira cómo recibir el perdón de Dios.

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