Orad sin cesar: 1ª Tesalonicenses 5:17 (con explicación)


Orad sin cesar
(1 Tesalonicenses 5:17, Reina Valera 1960)

Orar sin cesar es mantenernos conscientes de la presencia de Dios en todo momento y llevar todas las situaciones que se nos presentan ante él. Esto no quiere decir que lo único que haremos en nuestra vida será orar y dejaremos de hacer todo lo demás. ¡No! Orar sin cesar significa vivir nuestro día a día de la mano del Señor, hablando con él y permitiéndole guiar todos nuestros pasos.

Oramos sin cesar cuando acudimos a Dios para darle las gracias por algo bueno que nos acaba de suceder. Nos detenemos un segundo para elevar un «¡gracias, Señor!» que sale de lo profundo del corazón y va acompañado por una sonrisa.

Oren sin cesar. 1 Tesalonicenses 5:17

También oramos sin cesar cuando vamos ante Dios a comentarle algo que nos preocupa en un momento particular. Por ejemplo, vamos por la calle, vemos un accidente de tránsito y comenzamos a orar por las personas envueltas en el accidente. Sabemos que necesitan la ayuda del Padre y tomamos unos segundos para interceder por esas personas.

Encontramos la frase «oren sin cesar» en 1ª Tesalonicenses 5:17. El versículo se encuentra entre las instrucciones finales de Pablo a los hermanos de la iglesia en Tesalónica. Él les estaba recordando algunas cosas prácticas que debían tener en mente y que debían cumplir como iglesia del Señor. Entre las cosas que él mencionó encontramos la importancia de orar sin cesar.

Oportunidades para orar sin cesar

Debemos recordar que cuando hablamos de orar sin cesar no nos referimos a tiempos extensos de oración. Hablamos de pequeñas oraciones de gratitud o peticiones que elevamos a Dios en medio de nuestros quehaceres diarios. Los tiempos de oración extensos también son importantes, pero orar sin cesar es la capacidad de elevar nuestra alma ante Dios en medio de las tareas diarias.

Son muchas las oportunidades que se nos presentan cada día para orar. ¿Las estamos aprovechando? ¿Vivimos conscientes de que podemos hablar con nuestro Señor en todo momento? ¡Él desea escucharnos!

Aquí hay una lista de diferentes situaciones cotidianas en las que podemos orar. No es una lista exhaustiva sino algunas ideas para que veas que no es tan complicado el concepto de orar sin cesar.

Expresa tu gratitud al Padre

  • Cuando te llama algún familiar o amigo
  • Cuando ves algo bonito: una flor, un arcoíris, alguien que amas
  • Cuando recibes una buena noticia
  • Cuando escuchas un testimonio sobre cómo Dios ha obrado en una situación
  • Cuando vas a comer o estás limpiando tu hogar y te das cuenta de todas las bendiciones que Dios te da cada día
  • Cuando ves un bebé o una persona tierna e inocente
  • Cuando ves la foto de tus hijos o de tus familiares
  • Cuando te dan un buen resultado médico
  • Cuando te reúnes con tus hermanos en Cristo para alabar a Dios
  • Cuando sales a pasear con tus amigos
  • Cuando te levantas y al terminar tu día
  • Cuando recuerdas lo que Cristo ha hecho por ti

Clama por la intervención de Dios

  • Cuando ves el noticiario o lees el diario
  • Cuando te enteras de que alguien está enfermo
  • Cuando oyes a tus vecinos discutir
  • Cuando el médico te da malas noticias
  • Cuando lees sobre lo mal que va la economía mundial
  • Cuando alguien te comenta sobre sus luchas y problemas
  • Cuando un compañero de trabajo parece estar preocupado o molesto
  • Cuando vas por la calle y ves algo que te inquieta
  • Cuando no sabes si lograrás cubrir todos los gastos del mes
  • Cuando recuerdas el sufrimiento diario que pasan nuestros hermanos perseguidos: cárceles, escasez, discriminación
  • Cuando oyes la sirena de una ambulancia o de la policía
  • Cuando sientes que algo es demasiado difícil
  • Cuando te sientes tentado a pecar
  • Cuando vienen a tu mente pensamientos negativos o contrarios a la voz de Dios
  • Cuando recuerdas el destino eterno de los que aun no han recibido a Jesús en sus vidas

Vea también: 34 temas para orar en grupo como iglesia.

Versículos relacionados con orar sin cesar

Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre.
(Mateo 7:7-8)

Por eso oramos constantemente por ustedes, para que nuestro Dios los considere dignos del llamamiento que les ha hecho, y por su poder perfeccione toda disposición al bien y toda obra que realicen por la fe. Oramos así, de modo que el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado por medio de ustedes, y ustedes por él, conforme a la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
(2 Tesalonicenses 1:11-12)

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado.
(Isaías 26:3, versión Reina Valera Actualizada 2015)

Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos.
(Efesios 6:18)

Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento y, al mismo tiempo, intercedan por nosotros a fin de que Dios nos abra las puertas para proclamar la palabra, el misterio de Cristo por el cual estoy preso.
(Colosenses 4:2-3)

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
(Filipenses 4:6)

Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.
(Hebreos 4:16)

Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil.
(Mateo 26:41)

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